RAPTO DE LAS SABINAS
Ilustración 4 El rapto de las sabinas, Jacques- Louis David.
1789. Museo del Louvre, París.
El Rapto de las Sabinas es un tema
mítico analizado y revisitado desde muchos enfoques y perspectivas, tanto en
las fuentes literarias como en las manifestaciones artísticas.
Uno de los cuadros más reconocidos, representando
con mucha fuerza tal motivo es el realizado por el gran pintor neoclásico
Jacques Louis David en 1789, expuesto en el Louvre (ilustración 4), autor que,
tras su visita a Roma, mejora la corporalidad en sus dibujos y elige dicho tema
mítico para representar un hecho fundacional clave para Roma.
En el mismo, se sitúa a Hersilia,
como figura central, vestida con una túnica blanca que resalta sobre resto de
personajes. Ella es la hija del rey de los sabinos, Tito Tacio y también la
mujer de Rómulo, y con sus brazos extendidos representa a las mujeres sabinas,
que intentan evitar la confrontación entre pueblos, como así asegura el mito.
Los sabinos los vecinos, que
intentan vengar una afrenta previa, provocado por el propio Rómulo años antes,
el cual, buscando a mujeres para procrear tras fundar su ciudad, causa el rapto
de sus vecinas, las sabinas, mediante un engaño, como es la celebración de una
fiesta en honor de Neptuno.
En el cuadro, Hersilia se encuentra
entre dos soldados completamente desnudos, son cuerpos jóvenes, uno es sabino y
otro es romano, y se representan estáticos como las figuras clásicas, está
separando dos bandos. También hay otros personajes, las mujeres sabinas, ya
madres con niños pequeños, romanos, y no quieren derramar más sangre, pues sus
afectos están con los sabinos y también con los romanos.
Detrás del mito está implícito un
rapto grupal, justificado en la mentalidad romana tras la escasez de mujeres.
Pero, además, las mujeres sabinas en el mito se muestran al principio con
oposición hacia los romanos y luego de sumisión a los mismos, pues buscan
acabar con el conflicto. Un armisticio que se encuentra registrado por Dionisio
de Halicarnaso, aunque el propio autor indica que el motivo de la guerra no fue
el rapto de las sabinas, sino el propio crecimiento de la ciudad que en sus
vecinos propició una amenaza, no solo a los sabinos.
La mitología grecolatina ha
justificado en numerosas ocasiones la violencia de género grupal o individual.
Es el propio caso de Zeus (Júpiter), con violaciones a diosas y a mortales a
través de la pasión, erotismo, etc, todo ello envuelto en muchas ocasiones de
un velo romántico. Incluso está muy aceptado en el arte romano en las vasijas
representaciones con los faunos, con violaciones grupales, como un tema
pornográfico recurrente. En esta mitología, la violación es algo heroico o
necesario para la historia. A veces la violación, se denomina “rapto” para
difuminarlo, y se representa de formas que se
separa del acto agresivo, e incluso toma tientes a veces “heroicos”.
El papel reservado a la mujer
romana, tanto en la etapa monárquica (753-509 a C) como en la fase posterior
republicana sigue estando al lado de la figura masculina y es el vientre de la
mujer el mayor valor, en una sociedad donde se necesita población, máxime tras
las guerras, y siempre con preocupación por la pérdida de la posición romana,
por ello el rapto de las sabinas, es algo completamente aceptado en la
mentalidad romana por muchos siglos.
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